Enero
2013. INICIO.
Gabriela Carbajal es la organizadora de bodas de una empresa de
banquetes nupciales y que a pesar de haber organizado tantas
recepciones nunca ha conseguido organizar la propia aunque cree que
la oportunidad llegará muy pronto desde que vive un tórrido romance
con el apuesto Fernando Casanova, con quien sueña realizar la mejor
boda de su vida. Pero no todo es felicidad en la vida de Diana, pues
vive bajo la presión de su madrastra, Úrsula, quien siempre la ha
culpado de sus males pues la tuvo que cuidar desde niña y por ello
nunca pudo tener hijos con Baldomero, quien siempre procura a su hija
y la apoya en todo. No así Úrsula, quien hace de la vida de su
hijastra un infierno lleno de reproches en complicidad con Fernando,
quien siempre le da regalos a la mujer para tenerla de su lado pues
Baldomero no le tiene buena voluntad y teme a que su hija sufra lo
que él, pues vive con el recuerdo
de
haber sido abandonado por su esposa Dora Luz cuando vivían en la
provincia, la cuál dejaron para ir en busca de la mujer sin haberla
encontrado nunca. Semejante suceso empaña todo momento feliz de
Gabriela, quien con sufrimiento, desde que era una niña, anhela la
llegada del día en el que pueda volver a abrazar a su madre, aunque
Úrsula siempre le recuerde que eso nunca sucederá y que si su madre
la despreció siendo una niña, la despreciará aún más ahora,
cuando seguramente ha hecho su vida con alguien más.
La
familia Monasterio es una de las más populares de la elite del país
y está conformada por Remigio, un importante hombre de negocios, la
distinguida y caritativa Valeria, una actriz que frustró su carrera
por mandato de su marido y la dulce y optimista Tábatha, quien es
consentida de su madre y de su hermano Alonso,
un
apuesto e incasable empresario que se ha negado al matrimonio y tiene
por hobbie las mujeres, a las cuales vuelve locas con facilidad
causando así los eternos celos Constanza Lascuráin de Piñeiro, una
hermosa mujer que está obsesionada con él y solo espera el momento
en que puedan casarse.
Lorena
Miranda, es la importante directora de una revista de sociales. Es la
amante de su socio, Remigio, desde hace muchos años y guarda un
oscuro secreto que a nadie le desea revelar.
A
Gabriela le llega una gran oportunidad al ser encargada de la
organización de la boda de Tábatha, sin sospechar que con quien
ésta se casará es nada más y nada menos que con ¡Fernando! Quien
no sospecha que sus dos novias se hayan conocido y que entre ellas ha
nacido una simpática amistad.
Remigio
exige a Valeria que trate de impedir la boda entre Tábatha y
Fernando pues él está seguro de que ese hombre es un don nadie. La
mujer intenta hablar con su hija, quien afirma estar perdidamente
enamorada y dispuesta a entregarse en cuerpo y alma a su enamorado,
mientras que Remigio se desahoga con su gran amigo y socio Evaristo,
a quien dice cuánto deseaba que sus hijos, Thábatha y Enrique, se
matrimoniaran para que ellos dos unieran sus fortunas. Evaristo
aconseja a su amigo que de un susto a Fernando para que éste desista
de casarse con Tábatha. Remigio manda a golpear al hombre,
advirtiéndole que se aleje de la muchacha. Éste se encapricha
todavía más y asusta a Gabriela cuando ésta lo ve lleno de golpes.
Fernando insiste a la mujer para que se entregue a él. Gabriela no
se siente con ánimos y se asusta ante la insistencia y violencia de
su novio., quien hace un drama excesivo por la negación de la mujer
para entregarse a él. Ella habla de lo sucedido con su mejor amiga,
Nadia, quien le aconseja que piense bien las cosas y no se case con
Fernando solo porque piensa que es su última oportunidad para
hacerlo, a demás que no conoce absolutamente nada de Fernando, quien
siempre le pone pretextos para presentarla ante su familia. Gabriela
lo defiende y asegura que los padres de él se encuentran de viaje en
el extranjero mas Nadia considera que desde que Fernando llegó a la
vida de su amiga, solo parece mentirle.
Alonso
tiene un encuentro con una vieja amante: Mónica de Monfort y de
Teresa, a quien pide que se olvide de él pues no pueden seguir
siendo amantes ya que él y Enrique, el hijo de ella, son los mejores
amigos desde que eran unos niños. A la mujer no le importa nada y
asegura amar a Alonso desde que éste era un adolescente y ella le
enseñó lo que es una mujer.
Úrsula
no deja de escupir ponzoña y veneno contra Gabriela a pesar que
Baldomero le hace ver que es por la muchacha que ellos viven
decentemente. Úrsula afirma al hombre que en cuanto Gabriela y
Fernando se casen ella se olvidará de que tiene un padre pues es
igual a la perdida de su madre. Baldomero enfurece y entonces Úrsula
le echa en cara que nunca se haya podido arrancar del corazón a la
mujer que lo abandonó.
Lorena
tiene un encuentro con Remigio, quien no hace más que quejarse del
trabajo y su situación familiar. La mujer le pide que lo abandone
todo y viva con ella, pues lo ama y durante años ha aguardado para
que ese momento llegue. El malvado Remigio le asegura que jamás
dejará a su mujer por irse a vivir con su amante, aunque le asegura
que ella jamás se librará de él, pues es una mujer demasiado
monumental como para hacerla de lado. Le hace el amor.
Valeria
recuerda a su vieja amiga Lorena. A la par piensa en su matrimonio
pues está segura de que Remigio tiene una amante desde hace años
aunque él insista en hacerse pasar por un hombre intachable. Lo
habla con Alonso, quien pide a su madre que deje de atormentarse y
sufrir por el hombre que ama. Valeria asegura que desde que Remigio
le perdió el respeto ella ya no lo ama y se ha mantenido a su lado
solo por el bienestar de sus hijos.
Nadia
descubre a Fernando besándose con Tábatha y visitando tiendas de
novias. No sabe cómo actuar ante su amiga, quien le pregunta que le
sucede. Tábatha trata de advertir a Gabriela que Fernando no es lo
que parece pero la enamorada mujer no hace caso de las advertencias
asegurando que Nadia, al igual que Baldomero, le tiene mala voluntad
al hombre que ama.
Lorena
asiste a la iglesia para hablar con el padre Arceo, ante llora, llena
de angustia pues siente culpa por lo que hizo en el pasado. El
sacerdote le pide que remiende su error y regrese a la pequeña
provincia de la que proviene. Ella cree que es demasiado tarde y que
quizás su familia jamás la perdonará.
Alonso
y su amigo Enrique se divierten en una discoteca con amigas. Son
descubiertos por Constanza, quien ha investigado el paradero de su
hombre y ha acudido para amargarle la noche y espantarle a las demás
mujeres. Aunque discuten ella termina saliéndose con la suya y lo
lleva a su pent-house donde hacen el amor.
Gabriela
descubre a Baldomero borracho y llorando a causa de su dolor y sus
frustraciones. Le suplica que deje de beber mas el hombre solo desea
olvidar a Dora Luz. La perversa Úrsula le dice a Gabriela que
mientras ella siga viviendo bajo el mismo techo que su padre él
siempre recordará a la perdida de su madre. Gabriela sufre pues sabe
que las palabras de su madrastra son ciertas.
Remigio
recibe las invitaciones que se entregarán para la boda de Ilse. No
puede más con la situación y exige hablar con Fernando, a quien
deja claro que a su hija no le dará un solo peso para que lo
mantenga. Fernando se hace el ofendido y decide cancelar la boda,
ocasionando con ello que Isabela se revele contra su padre, quien
cree que lo mejor será que su hija no se case con un pelele.
Mauro,
el desobligado hijo de Úrsula y Baldomero, llega a casa buscando
dinero. Úrsula, quien consiente en todo a su hijo, busca entre los
ahorros de Gabriela para tomar una fuerte suma que le entrega al
muchacho, al que sale a dejar a la puerta encontrándose así con
Alcides, el apuesto y corpulento mejor amigo de Mauro, al que
aparentemente Úrsula detesta por ser un vago que puede malear a su
hijo. Discute con el muchacho y exige a Mauro que se marche y la deje
sola poniendo a su amigo en su lugar. Mauro se marcha y entonces la
mujer se percata de que no hayan vecinos cerca para meter a Alcides
en su casa, donde le confiesa que ha estado esperándola como loca
para que le de lo que a ella más le gusta. Ambos fornican a
sabiendas de que Baldomero duerme debido a su resaca.
Isabela
busca a Fernando para que hablen y ambos se reconcilian. Ella
entonces acude Gabriela, quien le muestra los arreglos florales que
habrá en su fiesta de bodas. Las dos acuden al salón junto con
Nadia, quien reconoce a Isabela y trata de sacarle toda información
posible respecto a su boda. Intenta que la muchacha diga el nombre
del hombre con el que se casará delante de Gabriela ¡pero eso jamás
sucede!
Enrique
habla con Constanza, quien se encuentra desesperada pues cree que
todo el tiempo que ha invertido en atrapar a Alonso ha sido en vano.
Enrique le aconseja a la mujer que se vaya con cuidado pues Alonso no
es alguien que considere el matrimonio en sus planes y quizás ella
no se ha dado cuenta de que es una más en la lista del hombre.
Constanza jura que así sea lo último que haga, se casará con
Alonso Monasterio.
Fernando
intenta terminar su relación con Gabriela pero ella no lo deja y
siente temor a que él ya haya dejado de amarla. El hombre habla con
Úrsula, quien le pide que se case pero no deje a su hijastra, pues
ella lo ayudará a tenerla como amante segura de que sacará ventaja
monetaria de ese matrimonio por realizarse.
Remigio
desea hacer a su hijo Alonso su socio pero cree que la imagen que
debe dar a los demás socios de su imperio debe ser la de un hombre
de familia por lo que le exige que se case para que pueda pertenecer
a ese mundo. Pasan días y finalmente, convencido por su madre,
Alonso pide a Constanza que sea su esposa y le entrega un anillo
hermoso. Constanza se siente feliz pues finalmente logrará lo que
quiere. En privado lo festeja con Remigio, quien le dice que ahora sí
estarán más juntos que antes y viviendo bajo el mismo techo. Los
dos se besan fuertemente.
El
día de la boda entre Fernando y Tábatha llega y mientras ellos se
casan en la iglesia Gabriela y Nadia se encargan de que en el salón
de la recepción todo marche en orden. Miran por un televisor que
Tábatha y Fernando se están casando y Gabriela no puede creerlo
¡Ese hombre es su novio! Aunque Nadia trata de detenerla Gabriela
acude a la iglesia y con gran dolor mira cómo su prometido se está
casando con otra. Está a punto de impedir la boda, siendo vista por
Alonso, pero finalmente no lo hace y a las afueras de la iglesia lo
observa todo, llorando a la sombra de un árbol. Al vaciarse el
recinto se siente completamente destruida. Alonso se acerca y le
ofrece un pañuelo para secar sus lágrimas y entonces al mirarse
fijamente a los ojos, los dos quedan flechados y Gabriela no le dice
los motivos de su dolor, solo inventa cosas sin sentido que Alonso se
cree, Los dos s marchan por rumbos diferentes pero se reencuentran en
la recepción de la boda, donde a propósito, a pesar de que Tábatha
trata de impedirlo, Gabriela entrega personalmente a Fernando su
rebanada de pastel de bodas, deseándole que sea muy feliz. Él se
siente destrozado también e intenta hablar con ella en los baños de
caballeros, donde intenta besarla y ella lo cachetea. Son
descubiertos por Alonso, quien la defiende y golpea a su cuñado, al
que advierte que si lo vuelve a sorprender o se entera de que tiene
tratos con otra mujer, él mismo se lo dirá a Tábatha y se
encargará de que se divorcien. Alonso lleva a Gabriela hasta la
puerta de su casa, donde llora amargamente. Úrsula se preocupa
cuando la mujer le dice los motivos de su yanto pues teme a que ya no
pueda recibir dinero de Fernando. Gabriela está decidida a irse
lejos y acude a contar el dinero de sus ahorros descubriendo que le
falta una fuerte suma. Exige a Úrsula que le diga donde está ese
dinero y la mujer, en vez de decirle que durante mucho tiempo se lo
ha dado a Mauro, culpa a Baldomero, asegurando que debido a su vicio
seguramente él se lo robó. Gabriela llora amargamente pues piensa
que la vida le juega una tras otra trastada.
Mauro
intenta conquistar a Nadia, quien se muere por él y su sensualidad
pero lo rechaza pues sabe que es un vago desobligado que solo se
dedica a ejercitar su cuerpo con otros vagos como él y a perder el
tiempo. Mauro asegura a Alcides que Nadia lo ama pero lo rechaza por
las ideas que Gabriela le ha metido en la cabeza.
Alonso
asegura a Remigio y Valeria que Fernando no es una buena persona y
ha sido la peor equivocación de Tábatha el haberse casado con él.
Valeria asegura que la felicidad de su hija es lo principal y teme a
que su hija sea infeliz al lado de ese hombre. Remigio la hace
responsable de todo el calvario que la muchacha pueda vivir al lado
de su marido.
Gabriela
no deja de pensar en el engaño de Fernando y al mismo tiempo en lo
bueno que es Alonso.
En
su noche de bodas en la playa, Fernando tiene su primera riña con
Tábatha, a la que ignora al no poder arrancarse el recuerdo de
Gabriela de la cabeza. La muchacha le hace tremendo drama y le truena
los dedos exigiéndole salir a disfrutar de su matrimonio. Él se
violenta y la abofetea. Tábatha se le va encima y le asegura que
nunca más le permitirá que le ponga una mano encima. Arregla sus
maletas para regresar a casa. Le promete al hombre que se las tendrá
que arreglar con Remigio, quien al ver a su hija alterada habla con
Fernando y le entrega unos documentos que comprueban que él es un
don nadie, por lo que lo amenaza con matarlos a él y a los muertos
de hambre de sus padres si vuelve a tocar a su hija. Fernando cree
que la solución será divorciarse pero ni Tábatha ni Remigio están
dispuestos a darle su libertad por lo que el hombre busca a Gabriela,
a quien con llanto y de rodillas le pide que lo perdone prometiéndole
que se divorciará. Ella lo rechaza y él le arma un gran número en
el trabajo por lo que ella queda despedida. Nadie se encarga de poner
a Fernando en su lugar.
Constanza
comienza con los preparativos de su boda con la ayuda de Valeria y
Olga, su madre, quienes jamás logran ponerse de acuerdo con ella.
Constanza habla en privado con su mamá, quien le dice que debe
encargarse de que todo salga perfecto y casarse por bienes
mancomunados para poder reclamarlo absolutamente todo cuando Alonso
muera. A solas, la perversa Olga recuerda que ella misma se encargó
de matar a su propio marido cuando decidió apoderarse de todo cuanto
le pertenecía.
Lorena
se encuentra accidentalmente con Baldomero, quien la reconoce. Ella
huye asegurando que el hombre se ha equivocado y a solas llora
amargamente y sufre preguntándose qué será de su hija Gabriela,
mientras que Baldomero no puede creer que la haya visto. Úrsula lo
nota extraño y le pide que le diga qué sucede. Cuando Baldomero le
cuenta que Dora Luz parecía una mujer de mucho dinero, la malvada
esposa le exige que la busque y le exija que comparta ese dinero con
él y Gabriela pues tienen ese derecho.
Mónica
no deja de criticar a los Monasterio ante Evaristo, su marido, y
Enrique, su hijo, quienes solo hacen omisión de los comentarios de
la mujer, quien a solas contempla una foto de Alonso y, desnuda, se
la restriega por el cuerpo recordando los momentos íntimos que ha
vivido con él desde que éste era un adolescente.
Fernando
busca a Gabriela para que hablen y ella se niega a verlo. Llora y se
desahoga con Mauro y Úrsula, quien le dice que como amante de
Fernando podría sacar muchos beneficios ahora que él pertenece a
una de las familias más ricas del país. Gabriela no puede creer que
su madrastra y hermano sean tan ambiciosos y solo piensen en como
obtener dinero con facilidad. Llena de dolor, la mujer decide que
hará un viaje pues desea estar sola.
Alonso
tiene una fuerte discusión con Constanza, quien le reclama el
haberla dejado sola en la boda por llevarse a una muerta de hambre
como Gabriela y el no mostrarse feliz por su próxima boda. Él le
dice que quizás deban darse un tiempo y no apresurarse pero
Constanza, enloquecida, le jura que es demasiado tarde y que de ella
no se burlará. El hombre, molesto, decide darse un descanso y toma
un vuelo a Costa Diamante, donde desea pensar en el rumbo que tomará
su vida. No sospecha que mientras él se encuentra volando hacia el
lugar, Gabriela ha tomado un autobús que se dirige al mismo lugar.
Los dos se encuentran en la playa accidentalmente y se reconocen.
Ella se desahoga con él, llora amargamente y Alonso siente el
impulso de besarla. Lo hace y Gabriela le corresponde.
Constanza
hace una rabieta y es abofeteada por Olga, quien le exige que se
calme y no eche por la borda lo que ya ha logrado al comprometer a
Alonso. Le aconseja que se case con él solo por el civil pero
Constanza lo desea absolutamente todo. Olga le pide que reaccione y
se deje de niñerías, si lo más importante es que ella y Alonso
estén casados ante la ley para poder matarlo y quedarse con su
fortuna. Constanza se revela contra su madre asegurando que ella ama
a Alonso de verdad.
Lorena
se presenta en la casa de Baldomero y ambos discuten pues la mujer
desea conocer a su hija. Baldomero se niega rotundamente y la corre
pero Úrsula, quien los ha espiado, busca a Lorena y le dice que ella
sabe que es Dora Luz y que si ella la ayuda económicamente por el
bien de Baldomero y la pobre Gabriela, ella la ayudará a acercarse a
su hija. Lorena da a Úrsula una fuerte cantidad de dinero que la
ambiciosa mujer disfruta segura de que hará muy buenos negocios a
expensas de su hijastra.
Febrero
2013. Gabriela y Alonso
se enamoran en la playa y entonces ella le cuenta su historia con
Fernando por lo que el empresario teme por lo que le pueda esperar a
su hermana Isabela estando unida a un hombre como Fernando, quien por
su parte busca a Gabriela pero no la encuentra y habla con Úrsula,
quien le dice que si él le da dinero suficiente ella convencerá a
Gabriela de que se convierta en su amante, segura de que la mujer aún
lo ama. Fernando da a Úrsula una fuerte suma de dinero. Son vistos
por Mauro, quien habla con su madre y le exige que comparta con él
sus ganancias. Úrsula se niega y le asegura a su hijo que si la
delata ella misma se encargará de echarlo a la calle.
Tábatha
es infeliz con Fernando y se desahoga con Valeria, quien le aconseja
que se divorcie. Tábatha se niega y asegura que si Fernando ama a
otra mujer entonces tendrá que sufrir por haberla engañado.
Remigio
incendia la casa de los padres de Fernando, los cuales mueren en ese
aparente accidente. Fernando sufre al enterarse y más aún al no
poder acudir al lado de sus padres pues Remigio se lo prohíbe. Ahora
Fernando trabaja en las empresas de su suegro como su asistente
personal, por lo que el hombre le hace la vida difícil.
Gabriela
y Alonso regresan juntos de su viaje. Úrsula intenta convencer a su
hijastra para que acepte ser la amante de Fernando pero ella se
niega. Suena la puerta. Es lonso
con un ramillete de flores. Úrsula no puede sorprender que un hombre
como él haya llevado flores a Gabriela.
Lorena
se revuelca con Remigio, quien la nota distante. Él le exige que le
diga qué le sucede pero la mujer teme a que si él se entera de que
tiene una hija, la destruya, por lo que se limita a llorar. El hombre
se molesta y la deja sola no sin antes exigirle que se guarde las
lágrimas y problemas para cuando no esté con él.
En
el gimnasio, Tábatha conoce a Alcides. Hay atracción entre ambos y
él le propone ser su instructor personal. La muchacha lo espera
afuera del GYM para invitarlo a cenar. Él acepta y se va con ella.
Tábatha cree que si es infeliz con su marido entonces puede ser
feliz con alguien más.
Nadia
sueña con el amor de Mauro, aunque teme a ser infeliz con él,
aunque el muchacho le insiste para que sean novios. Gabriela le pide
a su amiga que piense muy bien lo que hará pues está segura de que
Mauro es mucho peor que Fernando. Aun así Mauro se las ingenia para
enamorar a Nadia, quien se entrega a él con ardiente pasión.
Lorena
insiste en querer ver a su hija pero Úrsula le asegura que ha sido
difícil convencer a Gabriela que la perdone por haberla abandonado.
Lorena llora amargamente y sigue entregando dinero a la malvada
mujer, quien todos los días cuenta sus ahorros, temerosa de que
Mauro pueda estarle robando, aunque ayuda a Alcides, su amante, al
que complace en todo en secreto sin pensar que éste se gasta ese
dinero en regalos para Tábatha.
Constanza
se lleva una terrible sorpresa cuando Alonso le dice que tienen que
romper su compromiso pues él no la ama y ha decidido casarse con
otra mujer: Gabriela, a la que presenta ante sus padres dejando a
todos sorprendidos por su belleza. Fernando se aterra al verla en
casa y más aún al enterarse que su ex novia será pronto su cuñada.
A la reunión llegan los Monfort y de Teresa. Al ver a Gabriela,
Evaristo se deslumbra con su belleza y decide que esa mujer tiene que
ser suya a como de lugar, mientras que Mónica la mira con desprecio
y después se reúne con Constanza y Olga, a quienes dice que las
ayudará para que Alonso y Gabriela Carbajal no se casen.
Mauro
desea dinero que Gabriela no está dispuesta a darle. Machista,
Baldomero le exige a su hija que ayude a su hermano pero Gabriela se
niega pues está segura de que Mauro le ha estado robando su dinero.
Baldomero reprende a su hija por las acusaciones que hace contra su
hermano. Úrsula aprovecha para envenenar a Baldomero contra su hija.
Constanza
llora amargamente por la decisión de Alonso y decide desquitarse por
lo que acude a un centro nocturno en el que conoce a Mauro, quien la
droga y se la lleva a la cama. Al despertar ella no sabe qué pasó
pero se deleita con la sensualidad del hombre, a quien le hace el
amor. Los dos deciden volverse amantes aunque ella a él lo considera
un naco.
Lorena
visita al padre Arceo, ante el cual llora su pena. En la iglesia se
topa con Tábatha y Valeria, quien la reconoce y le pregunta porqué
si alguna vez fueron amigas ella se alejó. La invita a su casa y
Lorena se niega. La insistencia de Valeria es más fuerte y la mujer
acepta ir a comer con ellas. Son vistas por Remigio, quien al estar a
solas con su amante la abofetea y le recuerda que él le prohibió
que se volviera a acercar a su familia pues no desea que los
descubran.
Úrsula
y Baldomero discuten pues la mujer le recrimina el no tener dinero
para darle la vida que una vez le prometió. Culpa de todo a
Gabriela, quien al llegar a casa se defiende y acusa a Úrsula de ser
manipuladora y, a demás, tener un hijo vago, sin oficio ni
beneficio, que podría contribuir con algo para los gastos de la
casa. Las dos mujeres discuten y Úrsula abofetea a Gabriela, a la
que le recuerda que apenas se le casó uno y ya anda con otro por ser
igual a la perdida de su madre. Ésta vez Gabriela regresa la
cachetada pero es reprendida por su padre, quien exige respeto para
Úrsula. Gabriela sale a la calle y se topa con Alonso, quien la
consuela. Ambos se besan y son vistos por Mauro, quien delante del
hombre asegura que Gabriela es una cualquiera. Gabriela se defiende
pero Mauro insiste. Alonso le da una golpiza al muchacho y son
descubiertos por Úrsula, quien solo confirma lo que su hijo había
dicho y hace parecer a Gabriela como una cualquiera que solo usa a
los hombres. Le cuenta todo a Baldomero, quien se decepciona de su
hija, a la que se niega a escuchar. Gabriela con llanto le dice que
se casará y que se irá de la casa para siempre.
Evaristo
no deja de pensar en Gabriela y por medio de Enrique se entera de
todo lo relacionado con ella. Al investigarla descubre que la mujer
busca trabajo por lo que se las ingenia para citarla en su oficina.
Ella llega acompañada por Úrsula, a quien el hombre le da dinero
para que vaya a comprar un refresco.
Al estar a solas con Gabriela, Evaristo
intenta abusar de ella por lo que la muchacha se defiende con un arma
que encuentra al abrir accidentalmente uno de los cajones del
escritorio de Evaristo, al que le dispara sin lograr herirlo y le
advierte que si no se aleja de ella los Monasterio sabrán la case de
hombre que es. Úrsula no puede creer lo que ha sucedido y luego se
entrevista con Evaristo, al que dice que si él le da dinero ella le
puede conseguir un encuentro con Gabriela.
Constanza
busca a Gabriela y la cachetea asegurándole que no permitirá que se
case con Alonso. Son vistas por Lorena, quien defiende a la pobre
Gabriela a pesar de conocer a Constanza, a la que exige que se
marche. La mujer asegura a la muchacha que la ha ido a buscar
precisamente porque le dieron referencias de ella y quiere que
trabaje para su revista de sociedad. Gabriela agradece a la mujer el
que le haya dado un trabajo sin sospechar que Lorena en realidad es
su madre.
Fernando
habla pestes de Gabriela ante Alonso, a quien le dice que si se casa
con ella tendrá que cargar con el alcohólico de su padre y la
ambiciosa Úrsula. Ambos hombres discuten y Tábatha les pide que le
digan qué sucede. Alonso le dice a su hermana que Gabriela es la
mujer de la que Fernando está enamorado. La muchacha entonces
suplica a su hermano que no se case con ella pero Alonso está
decidido y asegura que Gabriela es la mujer de su vida.
Gabriela
informa a su familia que trabajará para Lorena Miranda. Baldomero,
furioso, se lo prohíbe rotundamente pero esta vez Gabriela no piensa
hacerle caso y decide que ella es sueña de su vida. Sale de casa y
Baldomero se encierra en su cuarto. Úrsula aprovecha para meter a
Alcides y revolcarse con él. Después le da dinero que ha robado a
Gabriela y confiesa a su amante que su hijastra le traerá mucho
dinero pues Fernando le da dinero para que ésta convenza a la
hiajstra de ser su amante y Evaristo muy pronto le dará una suma muy
fuerte para que la misma Úrsula le entregue a la muchacha. Al abrir
la puerta se lleva una terrible sorpresa al ver a Baldomero, quien
corre a Alcides casi a golpes y después se abalanza contra su mujer,
a la que golpea con un cinturón por sus bajezas. Úrsula reacciona y
le confiesa toda la verdad a su marido, quien al intentar golpearla
sufre un ataque y rueda por las escaleras. Es llevado a la cruz roja,
donde a toda la familia le dicen que el hombre ha perdido el habla y
el movimiento en el cuerpo. Gabriela llora amargamente por su padre
mientras que Úrsula la culpa de lo sucedido al hombre. Mauro
contribuye haciéndole saber a la muchacha que es una mala hija. La
pobre Gabriela llora, sufre, se refugia en Nadia, quien le asegura
que ella no es la culpable de lo sucedido. Es consolada por Alonso,
quien al saber lo sucedido acude a su lado y decide transladar a
Baldomero a un hospital privado, corriendo él con los gastos. Allí
él y Gabriela escuchan al doctor, quien les dice que Baldomero podrá
recuperarse solo si sigue un tratamiento. Alonso decide que él
pagará por ese tratamiento a pesar que Gabriela se niega.
Úrsula
cree que si Baldomero se recupera quizás todos sus planes se pueden
venir abajo. Visita a Evaristo y le dice que Gabriela ha decidido
entregarse a él. El hombre le entrega una fuerte suma de dinero por
conseguir lo que acordaron tiempo atrás.
Mauro
intenta hacer el amor a Constanza, quien no se encuentra del todo
bien y lo rechaza. Él insiste pero ella se niega por lo que el
hombre termina violándola causándole un terrible dolor. La mujer
llora decepcionada y jura que Mauro se las pagará.
Remigio
visita a Lorena en su oficina donde ambos se besan. Son vistos por
Gabriela, quien lo reconoce y descubre que él y Lorena son amantes.
La mujer trata de explicarle pero Gabriela no la quiere escuchar y
argumenta que ella no es mas que una empleada. Le cuenta lo sucedido
a su padre y Lorena lamenta que Baldomero sufra.
Fernando
hace migas con Constanza, quien le cuenta lo que le ha sucedido por
andar con Mauro. Cuando Fernando mira una foto del muchacho, lo
reconoce. Constanza entonces le pide que la ayude a deshacerse de él.
Acuden a la colonia donde Mauro vive e intentan echarle el coche
encima sin darse cuenta de que Úrsula los ha visto, mientras que
Mauro siente temor de que haya sido Constanza la que haya querido
matarlo y pueda volver a intentarlo.
Tábatha
se presenta ante Gabriela, a quien exige que deje a Alonso y Fernando
y desaparezca de sus vidas para siempre. Gabriela intenta explicar a
la muchacha que a ella Fernando también la engañó y lo descubrió
el día de su boda pero Tábatha no le cree.
Gabriela
se lleva una sorpresa cuando Úrsula le dice que lo mejor para
Baldomero es que ella se vaya lejos, donde nadie pueda encontrarla.
Gabriela no entiende la actitud de su madrastra, a quien le dice que
jamás se irá.
Olga
pone a Remigio al tanto de quién es Gabriela Carbajal, la mujer por
la que su hijo Alonso rompió su compromiso con Constanza. Remigio,
preocupado por el qué dirán, asegura que no permitirá que su hijo
se case con Gabriela por lo que hace una visita a su casa y habla con
Úrsula, a la que ofrece cinco millones de pesos a cambio de que se
marchen lejos todos los suyos sin que Alonso lo sepa. La ambiciosa
mujer acepta el cheque.
Valeria
pone a Alonso al tanto de los planes de su padre para deshacer su
compromiso con Gabriela. La mujer cree que su hijo debe casarse con
alguien de su misma condición social, como Constanza, pues casarse
con alguien de un nivel más bajo puede traerle problemas. Alonso
busca entonces a Gabriela, quien al darse cuenta de que tendrán
problemas al casarse decide terminar su relación con él.
Úrsula
busca a Fernando y lo encuentra besándose con Constanza. Lo acusa de
haber querido matar a Mauro y le jura que si no le da el dinero que
ella le pida entonces lo denunciará. Al escucharlos, Constanza bota
a la mujer un cheque a la cara diciéndole que con eso será
suficiente para que deje a Fernando tranquilo pero Úrsula no se
conforma y exige el doble. Fernando se niega y exige a la mujer que
no intente propasarse pero entonces Úrsula toma su celular para
llamar a la policía. Constanza se lo arrebata y se lo rompe al
azotarlo en el piso. La saca a empujones y le asegura que si intenta
algo entonces no solo Mauro morirá, si no que ella también.
Fernando entonces confiesa a Constanza que Mauro y Úrsula son
familia de Gabriela. La mujer siente un asco terrible al darse cuenta
de que ha sido amante del hermano de su gran enemiga.
Alonso
discute con Tábatha, a quien le dice que Gabriela no tiene la culpa
de lo que Fernando sienta por ella y que aunque lo haya terminado
luchará por ella. Tábatha no hace mas que decir pestes de la mujer
y es apoyada por Valeria, por lo que Alonso toma la decisión de irse
de casa.
Remigio
nota extraña a Lorena cuando le dice lo que ha hecho para alejar a
Gabriela de su hijo. La mujer llora amargamente y le suplica al
hombre que no le haga daño a la muchacha, a quien Lorena pide que no
se vaya nunca aunque Úrsula se lo pida.
Con
chantajes, Úrsula exige a Gabriela que le de dinero para comprar las
medicinas de su padre. Gabriela le da todo su sueldo y la malvada
madrastra no compra nada mas que un mortal brebaje pues lo único que
espera es que Baldomero muera tan pronto como sea posible.
Fernando
busca a Gabriela y en la calle discuten. Aparece Alonso y entonces
ella, en un arranque, besa a Fernando, desilusionando al hombre,
quien cree que Gabriela lo ha perdonado y entonces ella le asegura
que si lo besó fue para que Alonso se desilusione de ella. Por su
parte, Alonso cree que lo que Tábatha y Valeria le dijeron es cierto
y quizás Gabriela y Fernando son unos impostores que solo desean
hacerse de una fortuna engañándolos a él y a la pobre Tábatha. Se
emborracha y busca a Constanza, con la que se desfoga.
Lorena
reclama a Úrsula el ser una ambiciosa que pide dinero a cambio de
fechorías y a costa de Gabriela. Úrsula se defiende y asegura a
Lorena que su verdad será descubierta y hará que Gabriela la odie.
Lorena no le tiene miedo y ésta vez le deja claro que por su hija
será capaz de todo. No sospechan que mauro las escucha y éste
entonces aprovecha la situación para exigir a su madre que le de
dinero a cambio de no decirle a Gabriela la verdad. A Úrsula no le
queda más que hacer lo que su hijo le pide.
Fernando
descubre a Tábatha besándose con Alcides. Le reclama y ella lo
ignora asegurándole que si él es su marido es solo para aparentar
ante los demás pero que en el fondo jamás lo amó y mucho menos
desde que descubrió su engaño. Fernando decide que se divorciará
pero Tábatha no está dispuesta a darle su libertad y le jura que si
hace algo para delatarla ante su padre ella misma se encargará de
dejarlo en la miseria. Alcides mira burlonamente a Fernando, quien
deja a su mujer seguir su aventura con su amante.
Olga
se siente preocupada por sus finanzas y acude a su amigo y socio
Remigio, quien le dice que desde que su marido murió ella perdió
todo poder en las empresas pues hay una cláusula que dice que si uno
de los socios muere entonces su capital pasa a manos del resto de los
demás socios. Olga no puede creer la trastada que Remigio le ha
jugado y le exige que le devuelva el dinero que por derecho le
corresponde. El hombre solo lamenta que ella ya no podrá darse la
vida que se daba pues ha quedado en la ruina. Olga jura que le dará
a Remigio donde más le duele.
Constanza
visita a Gabriela en el trabajo para decirle que ha hecho el amor con
Alonso. Le agradece que haya terminado con él y también el que haya
comprendido que ella es demasiado poca cosa para alguien como él.
Gabriela se desahoga con Lorena, quien la anima para que hable con
Alonso y arreglen sus diferencias pero la muchacha prefiere creer en
lo que Constanza le ha dicho y sufre por ello. Ahora que siente estar
más unida a su hija, Lorena cree que ha llegado el momento de
terminar su relación con Remigio Monasterio.
Evaristo
discute con Mónica, quien desde hace tiempo no le cumple en la cama
y es fría y distante. Ella sufre en silencio pues está realmente
enamorada de Alonso, el mejor amigo de su hijo y le es imposible
concebir la vida sin él. Se entera que ahora vive solo y lo busca en
su apartamento, donde lo besa e intenta seducirlo. Él la rechaza por
lo que la mujer más tarde decide quitarse la vida llenando a Alonso
de una gran culpa. Él confiesa a enrique lo que una vez hubo entre
él y su madre. Enrique entonces lo rechaza como amigo.
Mauro
se presenta ante Constanza, quien lo rechaza pero él se impone y la
besa por la fuerza. Ambos hacen el amor y son descubiertos por Olga,
quien arma tremendo escándalo al ver a su hija con un muerto de
hambre al que corre con manotazos de su casa. Abofetea a Constanza,
quien dice que ella ya está harta de su situación. Aparece entonces
Alonso, quien le pide a la mujer que se case con él.
Marzo
2013. Alonso y Gabriela
se encuentran accidentalmente y él le pide que hablen. Al hacerlo
ella de deja claro que no quiere nada con él y le asegura que ha
decidido regresar con Fernando aunque eso implique no ser más que su
amante. Alonso entonces busca a su cuñado y le rompe la cara.
Remigio y Valeria intervienen. Alonso les dice que a pesar de estar
casado con Tábatha Fernando tiene relaciones con otra mujer. Remigio
amenaza de muerte a su yerno, quien a su vez llama a Constanza para
decirle que Alonso ya lo sabe todo pero cuando ésta está con su
prometido descubre que éste ignora que ella mantiene relaciones con
Fernando, por lo que avisa a su amante que le han visto la cara y él
ha caído en la trampa.
Valeria
aconseja a Tábatha para que desista de seguir al lado de Fernando,
con quien pelea constantemente por cualquier cosa. Tábatha se niega
segura de que el infierno que Fernando vive a su lado es solo la paga
por lo infeliz que la hace a ella. Valeria entonces habla con su
yerno, a quien le ofrece una fuerte suma de dinero para que abandone
a su hija y se marche lejos.
Evaristo
sorprende a Gabriela a solas en su casa. Trata de propasarse con ella
y le dice que él ha pagado por hacerla suya. Baldomero se altera al
presenciar semejante brutalidad y a Evaristo no le importa su
presencia. Él besa a Gabriela e intenta hacerla suya. Ella se
defiende golpeándolo fuertemente y entonces Mauro y Alcides llegan y
la defienden golpeando al hombre. Baldomero está seguro de que todo
ha sido obra de su mujer y lamenta no poder hablar ni moverse para
desenmascararla. Cuando Úrsula llega él intenta desenmascararla con
señas y ruidos pero Gabriela no entiende nada.
Lorena
decide terminar su relación con Remigio quien le asegura que ella
jamás se librará de él. Entonces le confiesa su verdad: Que tiene
un esposo y una hija que abandonó hace muchos años cuando ella
decidió buscar una nueva vida y olvidarse del alcohólico con el que
se casó. Remigio le exige que se olvide de querer encontrar a su
familia y sea solamente suya. Se sorprende cuando Lorena le confiesa
que ya ha encontrado a ese marido y a esa hija, a la cuál desea
recuperar. Le confiesa que esa hija suya es Gabriela.
Mauro
roba dinero a Úrsula en las narices de Baldomero, quien descubre que
la mujer tiene un enorme motín. Se altera y entonces Mauro le dice
como es que la mujer se ha hecho de semejante fortuna.
Evaristo
piensa en el trato que hizo con Úrsula y habla con ella diciéndole
que Gabriela no fue suya por lo que debe regresarle su dinero. La
mujer se niega y le dice que si no fue lo suficientemente hombre para
poseerla entonces ese es su problema. El hombre jura a la malvada
madrastra que la desenmascarará.
Gabriela
cuenta lo sucedido a Lorena, quien le advierte que no confíe en
Úrsula pues esa mujer es mala y solo desea perjudicarla. Gabriela
pide a la mujer que le diga porqué está tan segura pero ésta calla
y nuevamente es amenazada por la ambiciosa Úrsula, quien se burla de
ella solamente por no poder estar al lado de su hija como ella
deseara.
Ante
la negativa de Gabriela para hablar con él y perdonarlo, Alonso se
casa con Constanza, quien cree que al fin se ha salido con la suya.
Él decide no hacer luna de miel y parece indiferente por lo que ella
llora amargamente y se desahoga con Olga, quien feliz cree que ahora
podrá llevar a cabo sus perversos planes. Se revuelca en la cama con
Ángelo, su amante, con quien brinda segura de que pronto serán
inmensamente ricos.
Alcides
está perdidamente enamorado de Tábatha y ella de él. La muchacha
cree que fue un error casarse con Fernando y está dispuesta a
divorciarse de él para ser feliz con alguien que no tiene nada qué
ofrecerle. Fernando se niega rotundamente a darle el divorcio.
Remigio
busca a Lorena y le exige que hablen. Ella se niega rotundamente y
entonces él la golpea. Lorena le dice que no quiere tener nada que
ver con él pues tiene una hija y ha decidido encontrarla. El hombre
intenta violar a Lorena pero son descubiertos por Valeria, quien se
asombra al ver a su marido tratando de hacerle daño a la mujer.
Remigio no sabe qué hacer y Valeria entra en una profunda depresión.
Él le dice que si ha buscado las caricias de otra mujer ha sido
porque ella no lo llena ya que está hueca y seca.
Gabriela
sufre por el casamiento de Alonso y Lorena la consuela. Le pide que
la acompañe al extranjero una temporada pero Gabriela teme a dejar a
su padre solo.
Fernando
y Constanza se han vuelto amantes. Los dos hablan de lo terrible que
son sus vidas al lado de los hermanos Monasterio. Juran que se
vengarán de ellos así sea lo último que hagan en sus vidas.
Baldomero
siente que está recobrando el movimiento pero finge ante Úrsula, a
la cuál desea desenmascarar.
Mauro
insiste a Nadia para que se entregue a él y la muchacha se niega. Él
le hace tremendo berrinche logrando que ella termine con él al ser
sorprendidos por Gabriela, quien hace que su hermano no sea violento
con su amiga. Mauro cree que su hermana influye mucho sobre su novia
por lo que decide darle un susto y acude a Evaristo, a quien le dice
que él sí le tiene concretada una cita con Gabriela. El malvado
Mauro cita a su hermana en un hotel, con mentiras, y la encierra en
una habitación en la que se encuentra Evaristo, el intenta de nueva
cuenta abusar de la pobre mujer que le revienta un jarrón en la
cabeza y sale huyendo para llegar a casa y lanzarse contra Mauro a
arañazos, cachetadas y golpes acusándolo ante Úrsula de lo que
hizo. Úrsula defiende a su hijo y acusa a su hijastra de ser una
mentirosa. Gabriela, harta de su situación, está más que decidida
y anuncia que se llevará a su padre con ella y vivirán aparte,
lejos de Mauro y Úrsula, quien al estar a solas con su vástago lo
abofetea por estúpido y haberle intentado arrebatar el negocio con
Evaristo. La malvada Úrsula no está dispuesta a que Gabriela se
lleve a Baldomero pues sabe que sin su marido ella ya no puede
extorsionar a la mujer, por lo que planea algo terrible.
Mónica
cita a Alonso en su casa y le suplica que la ame como antes. Se le
desnuda y se arroja sobre él, besándolo. Son descubiertos por
Evaristo, quien se enfrenta a Alonso y no escucha lo que éste tiene
que explicarle. Cuando Alonso se marcha, Evaristo pone tremenda
golpiza a Mónica y la viola para demostrarle que él aún puede
darle lo que ella tanto neceseita.
Constanza
exige a Remigio que haga algo para que Alonso no la desprecie.
Remigio se burla de su amante y la hace suya sobre su escritorio en
la mansión. Los dos no hacen más que burlarse de Alonso y Valeria,
quien los escucha y sufre por las traiciones de su marido. Busca a
Lorena, a la que cachetea por haberla traicionado. Lorena le cuenta
como se dieron las cosas entre ella y Remigio y como después él la
tenía atada de manos. Gabriela escucha cuando Valeria confiesa a
Lorena haber descubierto que Remigio y Constanza son amantes.
Valeria
se desahoga con Mónica, a quien cuenta las infidelidades de su
marido. Mónica se dedica a espiar a Constanza y descubre que también
es amante de Fernando, por lo que la cita y le confiesa saberlo todo.
Le da un corto plazo para divorciarse de Fernando o de lo contrario
ella publicará fotos en los diarios de sociales más importantes.
Asustada, Constanza cuenta todo a Remigio, a su manera, y éste
decide tomar una decisión determinante.
Enrique
escucha a Tábatha, quien se desahoga por sus problemas con Fernando.
Él se atreve a besarla y Fernando los descubre por lo que arma
tremendo lío y golpea al muchacho a pesar de que Tábatha intenta
detenerlo. Alonso interviene y pone en su lugar a su cuñado a quien
Remigio reprende y habla con él en privado. Remigio sabe todo de él
y lo tiene en sus manos por lo que le exige haga un trabajo especial
para él y por medio del cual se vengará de Enrique: Asesinar a
Mónica.
Fernando visita el club para enamorar a la Mónica, con la que hace una cita en su casa para cuando ni Enrique ni Evaristo se encuentren. Allí la mujer lo besa y hacen el amor, le pide que se bañen juntos y lo hacen. Él sale de la bañera y la electrocuta al introducir un aparato eléctrico en la tina, arrancándole así la vida y llenando de dolor a Enrique. Constanza por su parte se siente feliz de que su enemiga haya muerto y cuando Fernando le confiesa que él lo hizo ella lo recompensa entregándose ardientemente a él.
Fernando visita el club para enamorar a la Mónica, con la que hace una cita en su casa para cuando ni Enrique ni Evaristo se encuentren. Allí la mujer lo besa y hacen el amor, le pide que se bañen juntos y lo hacen. Él sale de la bañera y la electrocuta al introducir un aparato eléctrico en la tina, arrancándole así la vida y llenando de dolor a Enrique. Constanza por su parte se siente feliz de que su enemiga haya muerto y cuando Fernando le confiesa que él lo hizo ella lo recompensa entregándose ardientemente a él.
Lorena,
preocupada por Gabriela, contacta a Elías Duarte, un importante
médico a quien pide ayude a Baldomero a recuperar el movimiento.
Elías debe grandes favores sociales a Lorena por lo que decide
ayudar a Gabriela, a quien conoce y de la cual se enamora a primera
vista.
Alonso
llora ante Gabriela, a quien le dice que no es feliz con Constanza y
que si se casó por lo civil con ella fue solamente como un arranque.
Le suplica que le diga que lo ama para que se divorcie pero la
orgullosa Gabriela insiste en que ella ha decidido olvidarlo.
En
el gimnasio, Mauro y Alcides hablan con Sandro, el dueño e
instructor, quien felicita al primero por enamorar a una mujer con
dinero asegurando que es la mejor inversión que un hombre como ellos
puede hacer.
Elías
tiene una esposa: Pamela, quien vive atormentada por no poder tener
hijos a causa de un accidente pasado. Esto hace que Elías se sienta
comprometido con ella pues Doña Onelia, madre de ella, no deja de
culparlo y recordarle que él es el único responsable del
sufrimiento de su hija. Por su parte, Elías, con el trato a
Baldomero y la compañía de Gabriela, cree que en la mujer ha
encontrado una nueva ilusión.
Constanza
intenta hacer el amor con Alonso pero él la rechaza. Nuevamente
discuten y Valeria intenta hablar con su nuera pero ésta no hace más
que decir que su hombre está interesado en otra mujer. Lo sigue y lo
descubre intentando hablar con Gabriela, a quien Alonso besa por la
fuerza, apasionado, y ella le corresponde. Constanza desciende de su
auto y desgreña a su rival asegurándoles, tanto a ella como a
Alonso, que se han echado un alacrán encima.
Pamela
tiene un affair con Sandro, su instructor. Onelia lo sabe y le
advierte a su hija que el día en que Elías se entere de la verdad
no le quedará más que decirle las verdaderas causas por las que
ella no puede tener hijos.
Olga
está decidida a llevar a cabo su perverso plan. Ayudada por su
amante, Angelo, se lía con criminales a los que paga para que
destruyan los frenos del auto de Alonso y éste muera. Todo sale mal
cuando Evaristo se presenta en casa de los Monasterio para decirle a
Remigio que su hijo y su esposa fueron amantes pues Valeria trata de
impedirlo y pide al hombre que den un paseo. Los dos ascienden al
auto de Alonso y sufren un accidente en el que Valeria se salva
quedando inconsciente y él pierde la vida causando gran dolor a
Enrique. Olga no puede creer lo que ha sucedido y exige a Constanza
que haga algo y mate a su marido para que lo hereden. Llena de rabia
por el engaño de Alonso, Constanza jura a su madre que la ayudará a
deshacerse de ese hombre… Y también de Gabriela, la mujer que se
lo ha arrebatado.
Gabriela
discute con Úrsula, quien no deja de exigirle dinero. La muchacha se
niega rotundamente a dárselo y le echa en cara el no trabajar y ser
tan floja como Maura. Úrsula cachetea a su hijastra y Gabriela le
regresa el cachetadón con mayor fuerza. Úrsula le promete que se
arrepentirá.
Remigio
tiene relaciones con Constanza, a quien mima y consiente pues ésta
está enfurecida por el engaño de Alonso. Remigio le propone que se
olvide de su hijo y lo ame a él, pues si finalmente él accedió a
que ella y su hijo se casaran fue precisamente para que estuvieran
juntos. Los dos disfrutan ahora que Valeria está en el hospital y
nadie está en casa.
Valeria
dice a Alonso y Tábatha que los frenos del auto no funcionaban y que
Evaristo aseguró que alguien tenía planes de matar al dueño de ese
auto. Por un momento Tábatha cree que el mismo Evaristo cayó en su
trampa pero Alonso cree que si él hubiera querido matarlo jamás
hubiera subido al auto. Valeria teme por su hijo ahora que saben que
alguien quiere matarlo.
Elías
dice a Lorena el interés que tiene por Gabriela. La mujer confiesa
que Gaby es su hija y pide al doctor que la olvide pues él está
casado. Elías asegura que su matrimonio cada vez está peor y que se
divorciará. Habla de ello con Pamela, quien con falso dolor le
reprocha el haberla herido en lo más profundo al causarle el
accidente por el cuál jamás podrá ser madre y ahora querer
abandonarla. Onelia echa más sal a la herida por lo que Elías se
siente atado de manos.
Llena de furia, con tal de desquitarse de Gabriela y causarle un gran dolor, Úrsula, al descubrir que Baldomero se puede mover y se lo ha ocultado a todos, decide asfixiarlo mientras duerme. La repentina muerte de su padre hace que Gabriela sufra demasiado. Tras enterrarlo, Úrsula le exige que se vaya de su casa para siempre, pues ella es la viuda y todo le corresponde. Gabriela no tiene a donde ir y cuenta su pena a Lorena, quien acude a Úrsula para decirle que ella y Baldomero jamás se divorciaron por lo que todo lo que él tenía le pertenece a ella por lo que Úrsula no tiene absolutamente nada. Al sentirse acorralada, Úrsula amenaza a Lorena con decirle la verdad a Gabriela, quien las escucha y exige que le digan qué es lo que ocultan. Con tal de ganar una batalla a Úrsula y que Gabriela no pierda lo que por derecho le pertenece, Lorena confiesa la verdad. Confiesa a Gabriela que ella es Dora Luz Matamoros, su verdadera madre. La noticia perturba aún más a Gabriela, quien recuerda que Lorena Miranda ha sido la amante de Remigio Monasterio por años y le echa en cara el que la haya abandonado por ir a conseguir dinero fácil. Úrsula echa más leña al fuego y Lorena la cachetea para después pedir perdón a su hija y marcharse. Al irse su madre, Gabriela llora amargamente y no encuentra consuelo. Úrsula la echa pero Mauro se compadece de ella y se enfrenta a su mamá para defender a su hermana. Úrsula no puede creer que su hijo, su consentido, se ponga de parte de su hijastra. Gabriela se desahoga con Mauro, quien le promete que él la ayudará de ahora en adelante.
Llena de furia, con tal de desquitarse de Gabriela y causarle un gran dolor, Úrsula, al descubrir que Baldomero se puede mover y se lo ha ocultado a todos, decide asfixiarlo mientras duerme. La repentina muerte de su padre hace que Gabriela sufra demasiado. Tras enterrarlo, Úrsula le exige que se vaya de su casa para siempre, pues ella es la viuda y todo le corresponde. Gabriela no tiene a donde ir y cuenta su pena a Lorena, quien acude a Úrsula para decirle que ella y Baldomero jamás se divorciaron por lo que todo lo que él tenía le pertenece a ella por lo que Úrsula no tiene absolutamente nada. Al sentirse acorralada, Úrsula amenaza a Lorena con decirle la verdad a Gabriela, quien las escucha y exige que le digan qué es lo que ocultan. Con tal de ganar una batalla a Úrsula y que Gabriela no pierda lo que por derecho le pertenece, Lorena confiesa la verdad. Confiesa a Gabriela que ella es Dora Luz Matamoros, su verdadera madre. La noticia perturba aún más a Gabriela, quien recuerda que Lorena Miranda ha sido la amante de Remigio Monasterio por años y le echa en cara el que la haya abandonado por ir a conseguir dinero fácil. Úrsula echa más leña al fuego y Lorena la cachetea para después pedir perdón a su hija y marcharse. Al irse su madre, Gabriela llora amargamente y no encuentra consuelo. Úrsula la echa pero Mauro se compadece de ella y se enfrenta a su mamá para defender a su hermana. Úrsula no puede creer que su hijo, su consentido, se ponga de parte de su hijastra. Gabriela se desahoga con Mauro, quien le promete que él la ayudará de ahora en adelante.
Fernando
tiene que aguantar el repentino mal humor de Constanza, a quien trata
de calmar con caricias a pesar que ella lo desprecia. Él le dice que
por ella es capaz de hacer cualquier cosa y entonces la malvada mujer
le dice que si en serio quiere demostrarle que la quiere tiene que
darle un buen susto a Gabriela Carbajal. Fernando intenta negarse y
entonces Constanza se niega a estar con él nuevamente por lo que él
no tiene más remedio que aceptar lo que le pide.
Jocelyne,
ahijada de Onela, ha quedado desamparada y ha llegado a vivir con la
familia Duarte, donde Pamela le ofrece que sean amigas. Todo parece
miel sobre hojuelas y ninguna de las mujeres de la casa sospecha que
la dulce e inocente Jocelyne ha clavado sus ojos en Elías y desea
quedarse con él o al menos para fastidiarle la vida a Pamela.
Constanza
está embarazada y no sabe quien es el padre de su hijo. Lo único de
lo que tiene certeza es de que la criatura no es de Alonso. Recibe
unas cachetadas por parte de Olga, quien le dice que debe tener
relaciones con su marido a como de lugar y decir que el hijo es de
él. Constanza se las ingenia para hacer que parezca que ha tenido
relaciones con Alonso.
Gabriela
decide que se mudará a vivir con Lorena, a la que reconoce como su
madre. Úrsula le suplica que no la eche a la calle y la deje vivir
en la casa que tienen. Cuando Gabriela accede, entonces la mujer le
exige que la mantenga echándole en cara el haberla cuidado cuando
niña. Lorena se opone y les hace ver a la mujer y a Mauro que, así
como tuvieron las agallas para engañar a Gabriela y Baldomero
durante tantos años también las tengan para salir adelante por si
solos. Gabriela se marcha para siempre de casa y Úrsula llora pues
estaba segura de que al morir Baldomero ella negociaría el cuerpo de
su hijastra.
Alcides
ha comenzado a regenerarse y ha conseguido un trabajo como instructor
del gimnasio, donde advierte a Tábatha que se ande con cuidado con
Mauro, quien no es de fiar.
Remigio
intenta abusar de Lorena y ésta lo araña. Le dice que si no la deja
en paz hablará de lo que sabe. Eso a él no le importa y de todas
formas la hace suya por la fuerza.
Joclyne
comienza a engatusar a Elías y es descubierta por Pamela, quien la
corre de su casa. Onela se opone y obliga tanto a su hija como a
Elías a vivir con la compañía de la muchacha, quien
accidentalmente conoce a Fernando y entre ambos nace una fuerte
atracción.
Pasan
dos meses y Constanza hace saber a Alonso que espera un hijo suyo. Él
no puede creerlo y le dice que a pesar de ello desea divorciarse.
Constanza amenaza con matarse y matar también al hijo que lleva en
sus entrañas si él la deja.
Abril
2013. Valeria recibe en
casa a Lorena, quien le cuenta la verdad de su vida y le dice ser
madre de Gabriela. Valeria se horroriza al saber las historias que
Remigio, su marido, le ha ocultado. Éste llega y Lorena se esconde
tras un mueble mientras Valeria y Remigio discuten. Éste, al saberse
descubierto y ante la amenaza de decirle toda la verdad a sus hijos
por parte de Valeria, la golpea y al empujarla le causa la muerte.
Desesperado, llama a un médico al que le paga una fuerte suma para
que diga a todos que la muerte de Valeria fue consecuencia del
accidente que sufrió con Evaristo. Remigio, con falso dolor en su
corazón, inventa que Evaristo y Valeria durante muchos años fueron
amantes. Busca a Lorena y la abofetea por haberle revelado la verdad
a Valeria. Lorena lo encara y le dice que ella sabe cuáles fueron
las verdaderas causas de la muerte de Valeria.
Úrsula cree que, si por la impertinencia de Lorena, no sacará provecho de Gabriela, entonces hará que ésta sufra. Incendia el lugar en el que las mujeres trabajan creyendo que Gabriela se encuentra allí pero quien realmente se encuentra en el lugar es Nadia, la cual muere calcinada. Su muerte provoca gran dolor a Gabriela y más a Mauro, quien descubre que su madre fue la causante de lo sucedido y le grita cuanto la odia y desprecia, abandonándola.
Úrsula cree que, si por la impertinencia de Lorena, no sacará provecho de Gabriela, entonces hará que ésta sufra. Incendia el lugar en el que las mujeres trabajan creyendo que Gabriela se encuentra allí pero quien realmente se encuentra en el lugar es Nadia, la cual muere calcinada. Su muerte provoca gran dolor a Gabriela y más a Mauro, quien descubre que su madre fue la causante de lo sucedido y le grita cuanto la odia y desprecia, abandonándola.
Padre
Arceo visita a Tábatha, a quien le pide que no guarde rencor a su
madre ni crea en lo que remigio opina de ella. Tábatha sospecha que
el sacerdote sabe algo y entonces él le dice que no puede revelarle
nada, pero sí puede asegurarle que su padre miente y que Valeria fue
una mujer intachable. Entonces la muchacha enfrenta a su padre, a
quien le exige que le diga cómo es la realidad y quién es realmente
él. Remigio acude a Arceo para amenazarlo y el sacerdote le dice que
solo le dará un tiempo de plazo para que diga la verdad o de lo
contrario aunque pierda el sacerdocio hablará y lo desenmascarará.
Remigio envenena el vino de consagración de la iglesia y Arce muere
en plena celebración eucarística alarmando a sus fieles.
Jocelyne
descubre que Pamela tiene como amante a su instructor de gimnasio,
Sandro, por lo que se las ingenia para concretar una cita para ambos.
Al encontrarse, los amantes se entregan su amor. No sospechan que
Elías también fue invitado y se llevan una gran sorpresa cuando
éste los descubre. Pamela ya no puede mentir y Elías toma sus cosas
y se marcha de casa tras pedirle el divorcio. Pamela jura a Onelia
que jamás se divorciará de Elías.
Constanza
se revuelca con Fernando, a quien dice que el hijo que está
esperando quizás sea de él. Acuden a hacerse unos estudios y
descubren que en efecto el hijo es de los dos. Él se ilusiona con la
idea de ser padre pero ella no quiere divorciarse de Alonso, por lo
que Fernando le jura que luchará por la paternidad de su hijo, así
tenga que decirles a todos que él es el padre.
Alonso
habla con Olga, a quien le dice no ser feliz con Constanza y desear
separarse de ella aunque esté embarazada. Olga le propone a Alonso
que ella lo ayude a cambio de que él ceda tres cuartos de su fortuna
y lo que herede a Constanza y el hijo que ésta espera. El hombre
cree que lo que su suegra le pide es una locura.
Gabriela
encuentra consuelo en Elías, quien se atreve a besarla y le dice que
se divorciará para estar con ella. Gabriela le corresponde el beso y
ambos son vistos por Alonso, quien cree que la ha perdido para
siempre.
Enrique
trata de advertirle a Tábatha que Fernando la engaña y ella solo le
dice que a pesar de eso, aunque fuera verdad, ella jamás tendría
ojos para él. Enrique entonces comprende que jamás logrará tener
el amor de la muchacha y habla con Alonso, de quien se despide, pues
ahora que se encuentra solo, sin familia, ha decidido radicar en el
extranjero. Enrique se marcha para siempre.
Constanza
habla con su madre sobre los planes de Fernando. Úrsula le dice que
debe deshacerse de su amante lo antes posible o sus planes se
arruinarán y ellas quedarán en la miseria.
Alonso
se enfrenta a Elías, a quien le dice que es injusto que estando
casado enamore a Gabriela. Los dos hombres discuten por la mujer y se
agarran a golpes jurando que ambos lucharán por ella.
Jocelyne
se acerca a Sandro, al que intenta enamorar y al que engaña para
obtener información que le interesa sobre Pamela. Él habla sin
tapujos e intenta seducirla. Ella le hace creer que lo ha hecho y lo
besa.
Onelia
pide a Elías que no se divorcie de Pamela y le recrimina el jamás
haberla podido hacer madre. Elías entonces va con un médico a
realizarse exámenes y descubre que él sí puede tener hijos y que
las mujeres lo engañaron siempre. Comienza a investigar a Pamela y
descubre que tanto ella como Onelia no son más que unas caza
fortunas. Discute con Pamela, quien lo niega todo. Él entonces le
hace saber que si siempre estuvo a su lado fue por lástima, por
culpa, pero ahora que sabe la verdad se divorciarán. Se va de casa y
la mujer enfurece mientras que Onelia tiene un encuentro con Olga.
Ambas se reconocen pues se dedican a lo mismo. Hablan de los hombres
que han estafado y Onelia se asombra cuando Olga le confiesa que ella
se ha encargado de asesinarlos para que así no las persigan.
Úrsula se presenta ante Lorena para burlarse de ella y desearle lo peor. Cuando Lorena la pone en su lugar, en venganza la mujer le dice lo que le ha hecho siempre a Gabriela, a la cual odia. Gabriela la escucha y le reclama el ser una mala persona y el haberla engañado siempre. Al saber que fue ella la causante del incendio en su oficina y de la muerte de Nadia, Lorena decide que la denunciará pero Gabriela no lo permite. Solo exige a la mujer que tanto ella como Mauro abandonen la casa en la que viven y que les pertenece a ella y su madre. Úrsula se niega pero se lleva una gran sorpresa cuando llegan a echarla a la calle, donde llora al saberse en la miseria. Mauro entonces le da la espalda u le asegura que no quiere ser igual que ella por lo que no se volverán a ver. Úrsula se siente derrotada y maldice a Gabriela y Lorena.
Úrsula se presenta ante Lorena para burlarse de ella y desearle lo peor. Cuando Lorena la pone en su lugar, en venganza la mujer le dice lo que le ha hecho siempre a Gabriela, a la cual odia. Gabriela la escucha y le reclama el ser una mala persona y el haberla engañado siempre. Al saber que fue ella la causante del incendio en su oficina y de la muerte de Nadia, Lorena decide que la denunciará pero Gabriela no lo permite. Solo exige a la mujer que tanto ella como Mauro abandonen la casa en la que viven y que les pertenece a ella y su madre. Úrsula se niega pero se lleva una gran sorpresa cuando llegan a echarla a la calle, donde llora al saberse en la miseria. Mauro entonces le da la espalda u le asegura que no quiere ser igual que ella por lo que no se volverán a ver. Úrsula se siente derrotada y maldice a Gabriela y Lorena.
Gabriela
encuentra consuelo en Elías, con quien Lorena habla y le deja claro
que la muchacha en realidad ama a Alonso.
Remigio,
lleno de coraje, sabe que Constanza es capaz de cualquier cosa y
también considera que la desea a su lado para siempre por lo que es
él mismo quien le dice a Alonso que es libre y que nunca deberá
casarse por la iglesia, pues Constanza lo ha engañado y espera un
hijo de Fernando. Alonso no lo puede creer y reclama a su esposa,
quien lo niega todo pero Fernando está dispuesto a decir a Alonso
que el hijo que Constanza espera es de él. Discute con la muchacha y
son escuchados por Remigio, quien la golpea por serle infiel a él.
En venganza, Constanza cita a Fernando en un lugar en el que tras
hacerlo suyo nuevamente lo asesina a sangre fría, casi enloqueciendo
por lo que ha hecho. Acude a Olga, quien la abofetea y le reclama el
no calmar sus bajas pasiones. Cree que es el momento de matar a
Alonso definitivamente pero Constanza se niega pues cree que ama al
hombre verdaderamente.
Tábatha
sufre por la pérdida de su marido y se refugia en los brazos de
Mauro, quien le asegura que de ahora en adelante ellos dos podrán
vivir su amor libremente. Aparece Remigio y deja claro que él jamás
dejará que su hija se enrede con un pelafustán como él.
Tanto
Alonso como Gabriela se asombran ante la noticia de la muerte de
Fernando. Gabriela se presenta en el funeral y Constanza le arma
tremendo escándalo. Gabriela se va y con Constanza habla Úrsula,
quien le dice que ella sabe quién asesino al hombre y que, si no le
da mucho dinero, la denunciará.
Pamela
se desfoga con Sandro, quien le dice que ahora que su marido la ha
abandonado deben estar juntos. No sospechan que Jocelyne le cuenta de
su romance a Onelia, quien aparece para degreñar a su hija delante
de su amante y culparla de ser una casquivana. Al estar sola Pamela,
Jocelyne aparece para burlarse de ella y le advierte que lo pasará
muy mal si vuelve a acercarse a Sandro, con quien Jocelyne comienza
un romance.
Alonso
busca a Gabriela y le dice que se divorciará de Constanza,
contándole los engaños de la mujer. Los dos hablan y se besan y en
ese momento aparece la policía para detener a Alonso culpándolo del
asesinato de Fernando ya que el arma homicida le pertenece a él y
tiene sus huellas digitales.
Constanza
habla con Remigio, quien le dice que él sabe quiénes son ella y
Olga por lo que él mismo se encargó de que su matrimonio fuera
falso para que en caso de morir su hijo o él, ella no heredara
absolutamente nada. Constanza enfurece y le jura que se vengará de
él y su familia por lo que declara en contra de Fernando asegurando
que él le juró que mataría a Fernando al saber que el hombre es el
padre del hijo que ella espera. Habla en privado con él y le jura
que si no fue para ella tampoco será para Gabriela, quien por su
parte le pide ayuda a Elías, quien decide que defenderá a Alonso.
Remigio
se enfrenta a Olga, ante la cual se desenmascara y le muestra fotos
de ella y su hija en el pasado asegurando que las investigó desde
hace mucho tiempo y sabe quiénes son. Olga también se quita la
máscara y le dice que fue ella la que planeó la muerte de Alonso y
que por accidente la que murió fue Valeria. Remigio le muestra un
micrófono oculto que él carga y la mujer se alarma. En ese momento
entra la policía y la detiene, llevándosela sin que ella deje de
maldecir a Remigio, el cuál advierte a Constanza que si no huye
lejos a ella también la agarrarán. Alarmada, Constanza toma sus
cosas y busca a Úrsula, a la que pide que la esconda en el miserable
cuarto de azotea en el que vive. La malvada mujer lo hace segura de
que sacará provecho de la situación.
Mauro
y Sandro hablan y éste cree que debe irse lejos un tiempo para
olvidarse de Pamela y los problemas en los que se puede meter al ser
su amante por lo que decide vender el gimnasio a Mauro, quien no
tiene dinero pero el hombre le pide que se lo pague como él pueda, a
largo plazo. Hacen el trato y Mauro se siente feliz de por fin el
dueño de su propio negocio. Alienta a Alcides para que trabaje con
él. Cuando Pamela llega para echar a Sandro del lugar y exigirle que
le devuelva los documentos que lo hacen dueño, éste le dice que eso
no será posible pues vendió el gimnasio y el único dueño es
Mauro. Pamela llora pues ahora sus hombres la han abandonado.
Onelia descubre que Jocelyne siempre la ha utilizado para salirse con la suya y envenenarle la cabeza. Lamenta que la muchacha siempre la haya engañado y ésta no hace más que decirle lo vieja ridícula que es. Le pide la deje sola para hacer sus maletas y marcharse lejos. Onelia lo hace y más tarde le regala, junto con una fuerte suma de dinero, un automóvil, para que llegue lejos y jamás vuelva. Jocelyne no desprecia el regalo y lo toma. Se marcha dejando a la mujer llorando de tristeza y decepción. Pasa a recoger a Sandro, con quien decide irse. Los dos sufren un terrible accidente en la carretera.
Onelia descubre que Jocelyne siempre la ha utilizado para salirse con la suya y envenenarle la cabeza. Lamenta que la muchacha siempre la haya engañado y ésta no hace más que decirle lo vieja ridícula que es. Le pide la deje sola para hacer sus maletas y marcharse lejos. Onelia lo hace y más tarde le regala, junto con una fuerte suma de dinero, un automóvil, para que llegue lejos y jamás vuelva. Jocelyne no desprecia el regalo y lo toma. Se marcha dejando a la mujer llorando de tristeza y decepción. Pasa a recoger a Sandro, con quien decide irse. Los dos sufren un terrible accidente en la carretera.
Elías
defiende a Alonso pero la inocencia de éste no puede ser demostrada.
Buscan a Constanza para que retire su declaración pero la muchacha
no aparece y también es buscada por la policía. Remigio intercede
asegurando que el arma con la que Fernando fue asesinado le fue
robada desde hace mucho tiempo. También cuenta que Constanza y
Fernando fueron amantes y ella espera un hijo de él. Tábatha
declara lo mismo.
Desde
la cárcel, Olga se comunica con su hija para exigirle que la ayude
aunque tenga que amenazar a Remigio, La muchacha se siente acorralada
y le pide a su madre que no la vuelva a buscar jamás, culpándola de
todas sus desgracias.
Úrsula
se presenta nuevamente ante Remigio, a quien le dice que si él le da
un millón de dólares, ella le entregará a Constanza. Remigio
acepta pero no es tonto y cree que la mujer podría engañarlo por lo
que decide que le hará entrega del dinero cuando le entregue a
Constanza. Úrsula, ambiciosa, acepta.
Gabriela
se siente preocupada por Alonso y agradece a Elías que lo ayude. Él
descubre y entiende que la muchacha ama a Alonso por sobre todas las
cosas por lo que le propone que sean buenos amigos. Se dan un fuerte
abrazo y Elías se las ingenia para que Alonso quede libre. Al
estarlo, abraza a Gabriela y la besa apasionadamente siendo
correspondido, mientras que Elías es consolado por Lorena, quien le
dice que si le da tiempo al tiempo pronto todo pasará. Remigio
aparece y prohíbe a su hijo que tenga algo que ver con Gabriela.
Alonso exige que le diga porqué y entonces Lorena exige al hombre
que se lo diga a su hijo, quien al saber la verdad de Lorena y su
padre, enfurece con éste y decide que no puede sentir nada por
Gabriela, la hija de la mujer que se burló de su madre.
Días
después Lorena acude a Alonso, a quien le deja claro que si tenía
un romance con Remigio era porque éste la obligó, hasta que el
haber encontrado a su hija la hizo reaccionar y tomar valor. Le
suplica que busque a Gabriela, la cual sufre por él. Tábatha pide a
su hermano que haga lo que Lorena le ha dicho.
La
policía descubre gracias a Úrsula que fue Constanza la que asesinó
a Fernando y decide entregarla y recibe un portafolios lleno de
dinero de manos de Remigio. Se lo presume a Constanza, quien cree que
le robará ese dinero para huir lejos. No sabe que Úrsula Le dijo a
la policía la hora exacta en la que la muchacha estará en el cuarto
de azotea. Al escuchar helicópteros y que la policía ha rondado el
edificio en el que está, la muchacha se altera. Úrsula decide huir
con el dinero que Remigio le dio y cuenta todos los billetes. Decide
irse pero Constanza no está dispuesta a dejarla ir tan fácil. Las
dos discuten en la azotea, pelean por el portafolios de dinero, el
cual se abre echando los billetes al ire y Úrsula, intentando
recuperarlo, lo ve perdido e intenta empujar a Constanza,
maldiciéndola. Se tropieza y cae al vacío perdiendo la vida
mientras que Constanza es arrestada y condenada. En la cárcel, Olga
intenta tomarla como su criada pero la muchacha no se deja, Ambas
pelean constantemente y se quejan de la gente que hay en el lugar.
Las reclusas solo se burlan de ellas y las someten.
Mauro
sufre por la muerte de su madre. Recibe condolencias de Gabriela, a
quien le pide perdón por todo lo que su madre le hizo y le jura que
será un hombre de bien. Gabriela le dice que a pesar de todo siempre
lo ha visto como un hermano y al saber que los dos serán concuños
decide regalarle la casa en la que siempre vivieron, para que allí
forme un hogar diferente con Tábatha, con la que se casa. Ahora los
dos se sienten más unidos que nunca.
Remigio
se ha quedado solo en casa pues sus hijos han decidido marcharse. Él
cree que quizás ha llegado el momento de cambiar y busca a Alonso, a
quien hace entrega de las llaves de la casa pues él se mudará a un
lugar más pequeño. Pide perdón a Lorena y le ofrece su amistad.
Onelia
pide a Pamela que dejen su negocio de caza fortunas y comiencen de
cero como hace toda la gente. Las dos abren una agencia de
acompañantes que enseguida se hace de popularidad y en la que Ángelo
y Alcides comienzan a trabajar siendo los favoritos de las clientas.
Elías las visita para entregar las actas de divorcio y ofrecerles su
amistad.
Lorena
agradece a la vida el haberle devuelto a su hija, con quien visita la
tumba de Baldomero, a quienes las dos lloran y recuerdan.
Remigio
visita a Tábatha en su nueva casa y acepta a Mauro. Les ofrece su
ayuda para lo que necesiten.
Elías
descubre que se ha interesado en Lorena y le pide que salgan. Los dos
se besan y deciden comenzar un romance. Lorena decide abandonar su
falsa identidad y retomar el nombre de Dora Luz Matamoros
Gabriela
y Alonso se casan por la iglesia y se besan fuertemente seguros de
que serán felices de ahora en adelante y que juntos vivirán más
intensamente su amor de ciudad grande.
Fin
©
AMOR DE CIUDAD GRANDE DR. 2013
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(R) 2012 (P) 2013
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